El femicidio fue en Las Toscas, al norte de la provincia de Santa Fe. Stella Maris tenía 35 años. Desde el miércoles era intensamente buscada luego de que su propio esposo denunciara la desaparición.
Desde un primer momento los efectivos policiales sospecharon del testimonio del denunciante.
El esposo de Stella, afirmó que la mujer se había ido de su domicilio por voluntad propia con un bolso de mano, su documento de identidad y dinero en efectivo.
Juan Luis Chara, esposo de la mujer asesinada que había desaparecido en horas de la tarde del miércoles. Los peritos de la policía, no dudaron en allanar el domicilio de la familia y para estupor de todos encontraron tierra removida en la habitación matrimonial. Inmediatamente las autoridades dieron aviso al Fiscal Norberto Rios, quien ordenó que dejaran todo en el lugar y llamen a los especialistas en la escena del crimen.
Juan Chara, actuó impunemente como otros tantos femicidas. No sólo asesinó a la madre de sus hijos (un bebé de nueve meses y un chico de 11 años), sino que buscó perjudicar la imagen de la mujer para correrlo de la escena, alegando que «se fue a hacer la vida y nos dejó».
El autor del crimen se ofreció a buscar a la víctima y brindó falso testimonio para ocultar el delito.