28 noviembre 2023

Frutillas negras en el campo del intendente de Coronda

UN INTENDENTE NEGRERO
El finde la delegación Santa Fe Sur de Registro Nacional de Trabajadores Rurales y Empleadores (Renatre) participó de un operativo de fiscalización en establecimientos dedicados al cultivo de frutilla llevado adelante por la Administración Federal de Ingresos Públicos (Afip) conjuntamente con el Ministerio de Trabajo de la Nación y el gremio de Peones Rurales (Uatre). Las inspecciones se focalizaron en las tareas de cosecha y empaque, en las localidades de Coronda y Desvío Arijón. La informalidad continúa siendo el dato saliente, a tal punto, que el propio Intendente de Coronda, el radical Ricardo «Bachi» Ramírez, tenía trabajadores en forma irregular.

En total se relevaron 97 trabajadores del y 9 de cada 10 cumplían labores en forma irregular, sin estar registrados en los organismos de seguridad social. La sorpresa, en ese marco, la dio el propio intendente corondino, Ricardo “Bachi” Ramírez: uno de los diez establecimientos que fueron inspeccionados era de su propiedad, y allí 19 de los 21 peones que cumplían labores estaban en negro.

“A estas irregularidades se ha de sumar el pago de salarios por debajo de lo establecido por la Comisión Nacional del Trabajo Agrario”, marcaron desde el Renatre. Y para peor, en plena pandemia “en lo que hace a las medidas de protección frente al Covid-19 se observaron severas deficiencias”.


Martin Pinardel, representante de UATRE Coronda y ex trabajador rural recolector de frutilla detalló para #SinEse lo siguiente:


«La primera cosecha de frutilla la estaban vendiendo aproximadamente 750 el KG en Buenos Aires. El juntador recibe entre 5 y 6 pesos por kg. Con la juntada de un día el productor paga a todo el personal. Un juntador, un peón saca entre 24 y 25 mil pesos de cosecha sin contar las horas de trabajo aparte como fumigado y mantenimiento de quinta que se paga por hora. Esta última tiene un valor de 80 pesos mientras que el jornal de trabajo está cercano a los 1500 pesos. Trabajan todos los días del mes pero los empleadores solo reconocen dos. No tienen aportes y es imposible jubilarse, tendrían que pasar 500 años. Hay empleadores que tienen trabajadores desde hace 25 años y nunca le hicieron los aportes».

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