21 octubre 2025
21 octubre 2025

Malabares y churros

La pandemia tomó por sorpresa a muchos estando de paso en algún lugar, obligándolos a permanecer allí.

Este fue el caso del Circo Cristal que en plena gira por Villa Gobernador Gálvez, que debido a la cuarentena debió cerrar forzosamente sus puertas.

A falta de función, hay que encontrarle la vuelta para subsistir. Este grupo de artistas decidieron ponerle el pecho a la crisis no tuvieron más remedio que ponerse a cocinar y ofrecer alimentos en las calles y en los semáforos. Sin la posibilidad de trabajar con el espectáculo, los payasos, malabaristas, magos, acróbatas y bailarinas empezaron a vender pizzas, pan casero, pastelitos, empanadas y churros. Todas las mañanas desde muy temprano se cocina y llegado el mediodía salen a vender a los semáforos.

 “Nosotros amamos el circo», manifestó Carlos -artista del circo-. «Hay familias de cuarta, quinta generación de cirqueros. Amamos lo que hacemos y queremos seguir haciéndolo”, expresó con mucha emoción. Luego señaló que “a las personas que tengan alimentos para ofrecer o un trabajo para darnos, lo vamos a agradecer mucho”.

“A los vecinos ya no les podemos pedir más nada, porque recibimos gran ayuda de todos ellos y están en la misma situación que nosotros. Estamos apelando a las grandes empresas para que nos den una mano en este momento”, concluyó Carlos.

“Esto no es lo nuestro, pero la gente de circo está acostumbrada a pelearla”, manifestó por otro lado Cristal, la bailarina principal del espectáculo.

Sostienen que los vecinos fueron muy amables y que ya no pueden pedirle nada porque sería abusar de su generosidad.

Como dicen, la vida es un circo y muchos tienen que hacer malabares aún sin trabajar.

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