Este martes se conoció la noticia de la separación en el cargo de la Dra. Marisa Belinda Manno, en tanto se desarrolle una investigación administrativa respecto de las agresiones que protagonizó contra una joven rionegrina a través de las redes.
También se ahondó sobre las consecuencias que trae aparejadas hacia la ciudadanía que hace uso del sistema público de salud una conducta de este tipo altamente repudiada: el terror. Por eso se sugiere el accionar inmediato de las autoridades. Psicólogxs y médicxs analizaron la cuestión.
A raíz de la viralización de un audio donde amenazaba de tortura y muerte a una mujer, la doctora Marisa Belinda Manno fue suspendida y apartada de su cargo
Ocurrió en el marco de un sumario administrativo que se le inició a la violenta profesional de la salud, mientras al mismo tiempo el Ministerio de Salud de la provincia también investiga la situación.
En tanto, la víctima, Denise Llorens, quien vive en Río Negro, afirmó que iniciará una denuncia judicial contra la nefróloga, según publicó el medio mendocino El Otro.
El mismo portal, que fue el que en un primer momento publicó el audio de la «Dra. Muerte«, afirma que «de acuerdo con la legislación provincial, la suspensión preventiva de la nefróloga podría tener una duración de 30 a 60 días, período en el que se estima que ya se contará con avances significativos que permitan determinar las responsabilidades de la doctora Manno y las sanciones que pudieran corresponderle, entre las que se contempla la cesantía en el cargo público que actualmente ocupa, como pena máxima».